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Entrenamiento funcional: ejercicios para la vida diaria

  • Lind Garay
  • 22 abr
  • 4 Min. de lectura

Subir escaleras, agacharse a recoger un objeto, empujar una puerta pesada, cargar bolsas de la compra… Son gestos que realizamos a diario sin pensar, hasta que aparecen molestias, fatiga o dolor. El entrenamiento funcional nace precisamente con el objetivo de preparar el cuerpo para los movimientos reales del día a día, mejorando la fuerza, el equilibrio, la movilidad y la resistencia, de una forma práctica, eficiente y segura.


En Moventum Clinic, clínica de fisioterapia en Getafe, integramos el entrenamiento funcional en nuestros planes de tratamiento y mantenimiento físico, tanto en sesiones individuales como en programas grupales adaptados. En este artículo te explicamos en qué consiste esta metodología, qué beneficios aporta y qué ejercicios puedes incorporar para ganar autonomía y prevenir lesiones en tu rutina diaria.


¿Qué es el entrenamiento funcional y en qué se diferencia de otros métodos?

El entrenamiento funcional es un tipo de ejercicio físico que busca mejorar las capacidades que usamos en actividades cotidianas. A diferencia del entrenamiento tradicional en máquinas o con rutinas de aislamiento muscular, el entrenamiento funcional:

  • Involucra múltiples grupos musculares a la vez

  • Mejora patrones de movimiento completos (no solo músculos)

  • Trabaja en planos tridimensionales (no en un solo eje)

  • Potencia habilidades como coordinación, equilibrio, agilidad y fuerza

En resumen, es un entrenamiento que tiene sentido fuera del gimnasio, porque replica o mejora los movimientos reales del día a día.


¿Qué beneficios aporta el entrenamiento funcional?

  • Prevención de lesiones: al mejorar la biomecánica corporal, reduce el riesgo de movimientos forzados o desequilibrados.

  • Mayor autonomía funcional: te ayuda a moverte mejor, sin esfuerzo excesivo, en tareas como cargar peso, agacharte o mantener el equilibrio.

  • Mejora de la postura: al fortalecer el core y los estabilizadores, alinea el cuerpo y evita compensaciones.

  • Aumento del rendimiento global: al trabajar fuerza, movilidad y coordinación al mismo tiempo.

  • Aplicable a todas las edades y niveles: desde personas mayores hasta deportistas.


¿Para quién está indicado el entrenamiento funcional?

Este tipo de entrenamiento es especialmente útil en:

  • Personas con dolores recurrentes (lumbares, cervicales, rodillas…)

  • Adultos que desean mantener la autonomía en su día a día

  • Deportistas en fase de readaptación tras una lesión

  • Pacientes en proceso de rehabilitación funcional

  • Personas mayores que quieren mejorar su equilibrio y evitar caídas

En Moventum Clinic, adaptamos cada ejercicio según la condición física y objetivos del paciente.


Entrenamiento funcional: ejercicios que imitan actividades cotidianas

Te mostramos una selección de ejercicios funcionales que puedes incorporar en tu rutina, ya sea en casa o bajo la supervisión de un fisioterapeuta. Estos ejercicios reproducen patrones que usamos a diario, ayudándote a realizarlos con mayor eficacia y seguridad.


1. Sentadillas (imita el gesto de sentarse y levantarse)

  • De pie, pies separados al ancho de las caderas.

  • Flexiona caderas y rodillas como si fueras a sentarte en una silla.

  • Mantén el peso en los talones y espalda recta.

  • Vuelve a la posición inicial con control.

Beneficios: mejora la fuerza de piernas, glúteos y estabilidad del tronco.


2. Peso muerto con mancuerna o mochila (coger objetos del suelo)

  • De pie, con una carga ligera en las manos (mochila, botella, pesa).

  • Flexiona la cadera manteniendo la espalda recta hasta que el objeto llegue a la altura de las rodillas o el suelo.

  • Activa glúteos y femorales al volver a la posición erguida.

Beneficios: enseña a agacharse correctamente, previene lesiones de espalda.


3. Zancadas o lunges (subir escaleras, avanzar con carga)

  • Da un paso largo hacia delante.

  • Flexiona ambas rodillas a 90° sin que la rodilla delantera sobrepase los dedos del pie.

  • Vuelve a la posición inicial.

Beneficios: fortalece piernas, mejora equilibrio y estabilidad pélvica.


4. Empuje de pared o banda elástica (abrir puertas, empujar objetos)

  • Coloca una banda elástica anclada detrás o apoya las manos en la pared.

  • Empuja hacia adelante manteniendo la espalda recta y el abdomen activo.

  • Regresa lentamente.

Beneficios: mejora la fuerza de pecho, hombros y coordinación brazo-tronco.


5. Remo con banda o toalla (tirar de objetos, levantar peso)

  • Sujeta una banda o toalla bajo los pies.

  • Flexiona codos hacia atrás, llevando los omóplatos juntos.

  • Mantén la columna neutra durante el movimiento.

Beneficios: fortalece la espalda y mejora la postura.


6. Plancha abdominal (estabilidad al cargar peso o mantenerse erguido)

  • Apóyate en antebrazos y puntas de pies.

  • Mantén el cuerpo en línea recta, sin arquear la espalda.

  • Mantén 20-30 segundos.

Beneficios: activa el core profundo, estabiliza la columna y mejora la postura.


7. Ejercicio de equilibrio en un pie (evitar caídas, mejorar control postural)

  • De pie, eleva una pierna sin perder la alineación corporal.

  • Mantén 20-30 segundos. Puedes progresar cerrando los ojos o moviendo brazos.

Beneficios: mejora propiocepción, equilibrio y coordinación.


¿Cuántas veces por semana es recomendable practicar entrenamiento funcional?

Para obtener resultados, se recomienda una frecuencia de 2 a 3 veces por semana, con sesiones de 30 a 45 minutos. Puedes combinar el entrenamiento funcional con otras actividades como pilates, caminatas o ejercicios de movilidad articular.


¿Qué precauciones debes tener si empiezas a hacer entrenamiento funcional?

  • Realiza una valoración inicial con un profesional si tienes lesiones previas.

  • Comienza con cargas ligeras y progresión gradual.

  • Prioriza la técnica del movimiento frente al número de repeticiones.

  • Escucha tu cuerpo: si un ejercicio duele, no lo fuerces.

  • Realiza una fase de calentamiento antes de empezar y estiramientos al finalizar.

En Moventum Clinic, diseñamos rutinas funcionales completamente personalizadas y seguras para cada paciente.


Conclusión: entrena para moverte mejor, no solo para verte mejor

El entrenamiento funcional es una herramienta eficaz y versátil para mantenerte en forma, prevenir lesiones y ganar calidad de vida. Al enfocarse en los movimientos que realmente realizas en tu día a día, sus beneficios se traducen en mayor autonomía, menos dolor y mejor rendimiento físico.


En Moventum Clinic, integramos el entrenamiento funcional en nuestros planes de fisioterapia, readaptación y prevención. Si quieres mejorar tu condición física con sentido y respaldo profesional, te invitamos a probar una sesión con nosotros.

 
 
 

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