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Terapia acuática en la rehabilitación: ejercicios en piscina

  • Moventum
  • 8 abr
  • 4 Min. de lectura

El agua no solo es un medio relajante, también es una poderosa aliada en los procesos de recuperación física. Cada vez más profesionales de la fisioterapia incorporan la terapia acuática en la rehabilitación como una estrategia efectiva para mejorar la movilidad, aliviar el dolor y acelerar la recuperación funcional de sus pacientes. Ya sea tras una lesión, una cirugía o en el tratamiento de enfermedades crónicas, la piscina ofrece un entorno ideal para ejercitarse con menor impacto y mayor control.


En Moventum Clinic, clínica de fisioterapia en Getafe, apostamos por tratamientos integrales y personalizados. Por ello, incluimos y recomendamos ejercicios terapéuticos en el medio acuático como complemento a las sesiones en consulta, adaptados a las necesidades de cada paciente. En este artículo te explicamos cómo funciona esta técnica, qué beneficios ofrece y qué tipo de ejercicios pueden realizarse con seguridad y eficacia en el agua.


¿Qué es la terapia acuática en fisioterapia?

La terapia acuática, también conocida como hidroterapia o fisioterapia en piscina, es una modalidad terapéutica que utiliza las propiedades físicas del agua para facilitar el movimiento, reducir la carga articular y mejorar la función corporal.

Se realiza en piscinas climatizadas, bajo la supervisión de fisioterapeutas especializados, y se adapta a múltiples patologías musculoesqueléticas, neurológicas o respiratorias.


¿Por qué es útil la terapia acuática en la rehabilitación?

El agua ofrece condiciones únicas que favorecen la recuperación:

  • Flotación: reduce el peso corporal, disminuyendo el estrés en las articulaciones y facilitando movimientos que serían difíciles o dolorosos fuera del agua.

  • Resistencia natural: permite trabajar la fuerza muscular sin necesidad de pesos ni impacto.

  • Presión hidrostática: mejora la circulación, favorece el retorno venoso y reduce la inflamación.

  • Temperatura cálida: relaja la musculatura, mejora la flexibilidad y alivia el dolor.


Gracias a estas propiedades, la terapia acuática en la rehabilitación permite realizar ejercicios con mayor seguridad, menor dolor y mejor tolerancia al esfuerzo.


¿Para qué pacientes está indicada la terapia acuática?

Esta técnica es especialmente beneficiosa en los siguientes casos:

  • Rehabilitación postquirúrgica (prótesis, artroscopias, fracturas)

  • Lumbalgias, cervicalgias y hernias discales

  • Artritis reumatoide y artrosis

  • Lesiones deportivas

  • Fibromialgia y dolor crónico

  • Pacientes neurológicos (ictus, parálisis cerebral, esclerosis múltiple)

  • Tercera edad y personas con movilidad reducida

  • Mujeres embarazadas o en postparto


¿Qué beneficios aporta la terapia acuática en la rehabilitación?

Los principales beneficios que experimentan los pacientes son:

  • Mayor libertad de movimiento

  • Reducción del dolor y la rigidez articular

  • Fortalecimiento progresivo sin sobrecarga

  • Mejora del equilibrio y la coordinación

  • Aumento de la capacidad pulmonar y cardiovascular

  • Disminución del riesgo de caídas

  • Bienestar emocional y reducción de la ansiedad


Además, al facilitar la adhesión al tratamiento, muchos pacientes continúan realizando ejercicios acuáticos de mantenimiento una vez finalizada la fase aguda de rehabilitación.


¿Qué ejercicios se realizan durante una sesión de terapia acuática?

La selección de ejercicios dependerá del diagnóstico, los objetivos del tratamiento y la capacidad física del paciente. A continuación, te mostramos algunos ejemplos comunes:


1. Marcha en el agua

Caminar en línea recta dentro de la piscina, con o sin apoyo, ayuda a recuperar la marcha, fortalecer la musculatura de piernas y mejorar el equilibrio.

Indicada para: Rehabilitación de cadera, rodilla o tobillo, pacientes con debilidad muscular o desequilibrio.


2. Flotación asistida y movilidad pasiva

El fisioterapeuta moviliza las extremidades del paciente mientras este flota con apoyo. Esto permite trabajar la amplitud articular sin dolor ni resistencia.

Indicada para: Rigidez articular, recuperación postquirúrgica, dolor crónico.


3. Ejercicios con churros o tablas de flotación

Permiten trabajar brazos, piernas y tronco mediante movimientos controlados, aprovechando la resistencia del agua.

Indicada para: Fortalecimiento general, coordinación, rehabilitación deportiva.


4. Sentadillas o zancadas bajo el agua

El peso corporal se reduce, permitiendo realizar estos ejercicios con menor carga sobre las articulaciones, pero manteniendo su eficacia muscular.

Indicada para: Lesiones de rodilla, cadera, recuperación funcional.


5. Trabajo respiratorio y control postural

El agua favorece la conciencia corporal y permite integrar ejercicios de respiración profunda, muy útiles en casos de asma, ansiedad o rehabilitación post-COVID.

Indicada para: Rehabilitación respiratoria, pacientes neurológicos, fibromialgia.


¿Es segura la terapia acuática?

Sí, siempre que esté dirigida por un fisioterapeuta especializado y se realice en un entorno controlado. Es importante:

  • Valorar previamente al paciente fuera del agua

  • Ajustar la profundidad y temperatura de la piscina

  • Supervisar los ejercicios en todo momento

  • Controlar patologías contraindicadas (infecciones activas, heridas abiertas, insuficiencia cardiaca no controlada, etc.)


En Moventum Clinic, realizamos una valoración inicial completa antes de recomendar terapia en piscina.


¿Cuánto dura un tratamiento con terapia acuática?

La duración dependerá de la patología y los objetivos del paciente. Por lo general, se recomiendan sesiones de entre 30 y 60 minutos, 1 a 3 veces por semana, durante 4 a 8 semanas.

El tratamiento se combina con sesiones de fisioterapia en consulta, seguimiento personalizado y ejercicios para casa.


¿Se puede continuar con la terapia acuática una vez finalizada la rehabilitación?

Sí. Muchos pacientes eligen continuar con ejercicios en piscina como parte de su rutina de mantenimiento físico, ya sea por comodidad, prevención de recaídas o por los beneficios emocionales que les aporta.


En estos casos, se puede diseñar un plan de ejercicios adaptado para realizar de forma autónoma, con supervisión periódica del fisioterapeuta.


Conclusión: la piscina como espacio terapéutico

La terapia acuática en la rehabilitación es mucho más que nadar. Es una herramienta terapéutica eficaz, versátil y segura que permite recuperar capacidades físicas con menor dolor, más seguridad y mejores resultados.


En Moventum Clinic, acompañamos a nuestros pacientes durante todo el proceso, desde la evaluación inicial hasta el alta, con tratamientos que combinan tecnología, evidencia científica y atención personalizada.


¿Crees que podrías beneficiarte de este tipo de terapia? Contacta con nosotros y reserva tu valoración en nuestra clínica de Getafe:

 
 
 

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